lunes, 3 de agosto de 2015

Porque me da la gana (autopublicar)

Vivimos en un mundo en apariencia gobernado por sujetos que no parecen ser más que títeres y marionetas. Los apéndices dirigidos desde la sombra por conglomerados multinacionales y lobbies de poder.
En un sistema tal, autoeditarse y autopublicarse a lo Juan Palomo, como hacemos muchos autores independientes y aficionados, supone tanto un llanto de desesperanza y auxilio como un rugido de protesta y un acto de rebeldía.
El autor autopublicado no acepta un no por respuesta. Publica lo que le da la gana y como le da la gana. No hay editorial, distribuidora ni tendencia de mercado que le tosa ni le ladre. En la mayoría de los casos, con tan sólo sus propios medios, sin la ayuda ni el respaldo de profesional alguno del sector, el propio autor escribe, corrige, edita, reestructura, reescribe, maqueta y organiza su obra. A ella le dedica cariño, trabajo, esfuerzo y la máxima atención. Todo ello para que su criatura salga al mundo lo mejor posible y darla aconocer.
Claro que los medios internáuticos gracias a los cuales el autor autopublicado puede autopublicar (valga la redundancia) son también parte del sistema. Así que esta supuesta libertad no deja de ser otro espejismo más. Aunque de momento parece un espejismo bastante convincente.
¿Supone esto que la obra de un autor autopublicado no tendrá errores? Por supuesto que no. Podrá tener los mismos fallos que cualquier otra publicación. Ni más ni menos. Pero el autor independiente habrá intentado dar lo mejor de sí (sea esto mucho o poco).
¿Supone esto que las obras autoeditadas son mejores que las publicadas por las vías tradicionales? Pues no. Por mucho cariño, esfuerzo, esperanzas y empeño que un autor indie ponga en su novela, esta puede ser también una mierda con mayúsculas. Como cualquier otra. Pero al menos los autores autopublicados no nos dejamos llevar por modas, censuras impuestas ni intereses editoriales. Ofrecemos una alternativa real y tangible. Entre los autores independientes puedes encontrar de todo, desde lo sublime a lo espantoso, pasando por lo tremebundo y lo inefable.
Por todo lo anterior, he decidido colocar el siguiente sello en la portada de mis obras autopublicadas:
(cc) Juan Nadie, 2015

Habrá a quien esto le parezca una solemne chorrada. Y tendrá razón. Pero me da la gana hacerlo y así lo haré.
Cualquier autor autopublicado que quiera copiar este sello para sus propias obras, puede hacerlo sin problemas. O crear su propia versión del mismo. 
Que la red de redes es libre (o casi).
Al menos por ahora.

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