domingo, 28 de septiembre de 2014

LECTURA TERMINAL - (microrrelato)



¿Qué es un microrrelato?

Como su propio nombre indica, un microrrelato es una construcción narrativa de pequeña extensión. Es decir, breve, muy breve. Un relato diminuto. Uno o dos párrafos, una página como mucho. Se ha demostrado que existen microrrelatos de una sola frase. Incluso se cuenta que una vez se escribió un microrrelato compuesto de una única palabra.

Pero el microrrelato, también llamado microcuento, minificción, microficción, cuento brevísimo, minicuento,  cuento minúculo, cuento en minatura o incluso cuentículo, no es sólo una historia breve. Es un subgénero literario en sí mismo. Tiene características propias que lo diferencias de sus hermanos mayores, la novela, el cuento y el relato corto. 



Ha de ser breve, por supuesto, y en esta brevedad el título se convierte en una parte esencial. Su temática puede ser infinita, abarca todo el cosmos, pero la ironía, la parodia y el humor negro suelen ser los recursos más utilizados en este género. La elipsis (lo que se omite, lo que no se cuenta) es uno de sus grandes pilares. El microrrelato explica más por lo que no dice que por lo que dice.

No suele seguir es esquema normal del relato: planteamiento, nudo y desenlace. No hay espacio para ello. Es una secuencia narrativa incompleta, un momento cuasi-orgásmico, como una película con un solo plano. Cada palabra es usada con la precisión del bisturí de un cirujano. No hay muchos personajes, normalmente uno sólo, ni demasiada descripción. La conclusión ha de ser rápida, una explosión abrupta que estimula al lector, el cual debe completar en su mente lo que falta en la historia (si ha sido espoleado de la manera adecuada). 

Ríos de tinta, física y electrónica, se han derramado elucubrando y teorizando sobre el microrrelato. El mundo virtual ha supuesto un campo fértil y bien abonado que ha permitido que la fiebre del microrrelato se extienda y florezca en toda su plenitud. Incluso hay decálogos sobre cómo escribir microrrelatos, tratados eruditos que los analizan, talleres de aprendizaje que los enseñan y multitud de concursos y certámenes sobre estas diminutas y punzantes piezas de la literatura universal. 


De forma paradójica, aunque no sorprendente, todos esos artículos, estudios, disertaciones, entradas de blog y opiniones que se han vertido en la red de redes sobre el microrrelato tienen una longitud mucho mayor que la mayoría de microrrelatos escritos.


No me voy a poner aquí a divagar sobre lo que es o debería ser el microrrelato, sobre sus virtudes o defectos, o su influencia sociopolítica en la transustanciación de la prima de riesgo. Otros muchos mejores que yo ya lo han hecho antes. Si quieres saber más sobre el microrrelato, búscate la vida.


Lo que sí te puedo ofrecer aquí es un microrrelato casi inédito, nacido de las apolilladas estanterías de la mente de Juan Nadie y que, por supuesto, tiene una longitud bastante menor a la de esta deshilvanada introducción.  

Puedes leerlo aquí debajo en su totalidad, o en la página web Wattpad.

http://www.wattpad.com/story/24044069-lectura-terminalSólo tienes que pinchar en la portada.


Pero una advertencia te hago. Lo que ocurra a partir de ahí es cosa tuya; yo no me hago responsable.








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LECTURA TERMINAL


Él era un lector curtido, pero aquel libro fue lo mejor que había leído nunca. La historia era fascinante y absorbente. La narrativa magnífica, la prosa una delicia. No podía despegarse de sus páginas. Lo atrapó desde el primer capítulo y ya no pudo dejar de leer. Se quedaba leyéndolo hasta altas horas de la madrugada, cuando el cansancio y el sueño convertían sus párpados en losas de plomo. Hacía días que no veía a su novia, que no salía con sus amigos, que no llamaba a sus padres. Tenía el buzón de voz atiborrado de mensajes sin contestar.

Llegó a casa directamente del trabajo. Era viernes, tendría un fin de semana entero para sumergirse en el magnífico libro. Anhelante, se sentó en su sillón favorito y comenzó la lectura. Con horror se dio cuenta de que había llegado a la penúltima página. Una más y llegaría a la conclusión de la historia, la narración alcanzaría su clímax… Y acabaría el libro.

Plantó su viejo y gastado marcador en la penúltima página, cerró el libro y lo colocó en una de las estanterías de su biblioteca.

Nunca volvió a leer. A partir de entonces llevó una vida normal.

FIN


P.D.: Este microrrelato fue originalmente publicado en 2009 en la antología de relatos «Dejad que os cuente algo» (ISBN: 978-84-613-0887-3), una colección de 65 relatos cortos, escritos por veinte autores diferentes, que se autoeditó a través del portal El Recreo. Como todos los buenos sueños, efímero y precioso fue. Hoy día, el libro está prácticamente descatalogado y el portal casi desvanecido en la inopia electrónica. 

3 comentarios:

  1. Entré y voté el microcuento en Wattpad también, me ha gustado mucho.

    Dejo un microcuento dedicado a todos los que intentamos hacernos nuestro huequecito entre las letras:

    http://sonysato.com/el-sueno-del-escritor/

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    1. Gracias por el voto y el comentario. Me alegra que te haya gustado.
      Pues nada, a seguir escribiendo.
      sun saludo

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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